Los Comienzos del Pasadizo
Antes de ser conocido como el sitio de referencia para comer chocolates con churros en Madrid, este local era una sucursal de ¨Le Petit Fornos”, también muy famosa en su época, fundada por Lázaro López en 1884. Lázaro era un industrial hostelero que estudió repostería y cocina en el Grand Hotel de París, para a su retorno inaugurar su restaurante con un menú variado y diferente.
La familia López adquirió el local del pasadizo para abrir una nueva sucursal de su comedor “Le petit Fornos”, que anteriormente estaba situado en la calle de Capellanes, número 1. Así nacía el “Nuevo Petit Fornos restaurant”, precursor de lo que, años después, sería la mítica chocolatería San Ginés.
Durante años, el comedor se hizo realmente célebre en la Villa y Corte, tanto por la fama de su cocina, como por la variedad y los precios de sus menús. Acudían los madrileños a comer y se celebraban las más importantes celebraciones en grupo.
Su éxito hizo que Lázaro López ampliara el negocio con un pequeño hostal, que atendía también a los viajeros que llegaban a Madrid. Así, en 1988, el local pasó a llamarse “Petit Fornos-Fonda de Lázaro López”; y el pequeño restaurante creció con los locales y pisos adyacentes para convertirse también en un pequeño hotel.
Lázaro López fue un personaje muy conocido en Madrid durante la época. Sin embargo, su vida acabó de forma trágica cuando se suicidó, en su vivienda familiar de la fonda, al dispararse un tiro en la sien. Según las notas de sociedad, el motivo podría haber sido que padecía una enfermedad mortal desde hacía tiempo.
De alguna forma, con su restaurante en el Pasadizo, Lázaro López puso la base de lo que luego sería la chocolatería más famosa de Madrid.
En agradecimiento de la información suministrada por Nuria Blasco del grupo Madrid Blanco y Negro.